¿Cuál fue tu primer contacto con la música y cómo te influyó en tu carrera?

Pues no tengo un recuerdo concreto de cuál fue mi primer contacto con la música, la verdad, creo que siempre estuvo ahí… quisiera o no. El otro día aproveché y le hice esta pregunta a mi padre, que es músico, y me dijo: “tu primer contacto con la música fue el corazón de tu madre”, y me pareció lindo.

¿De qué manera integras elementos de la música tradicional gallega en tus composiciones electrónicas?

Creo que en gran medida es por la influencia intrínseca de haber nacido aquí y de habernos criado con las rítmicas y los instrumentos de la cultura y la música popular, que está en todas partes. Durante una época también estudié percusión tradicional y, aunque en ese momento no llegué a darle la continuidad que me hubiera gustado, lo tengo presente. Son elementos que me conmueven profundamente y que me conectan con otras culturas… al final la percusión es un medio natural de comunicación no verbal muy potente que disfruto mucho explorando.

Akazie, ha irrumpido en la escena postclub europea con un enfoque experimental y deconstructivo de la música electrónica. Formada en piano clásico y percusión gallega, encontró en la composición electroacústica un medio para explorar texturas sonoras complejas y paisajes sonoros envolventes.

¿Cómo influye la naturaleza y el entorno gallego en tu música?

¡Está en el ADN! Es el entorno que me configuró como persona en el mundo, así que supongo que eso tiene que filtrarse de alguna manera en la música. Desde pequeña tengo un gran sentimiento de apego y respeto por la tierra, y eso se traduce también en mi visión política y artística. Sin duda, la educación que recibí cultivó mucho esa sensibilidad. Nosotras nos criamos en la costa atlántica del sur de Galicia, muy cerquita del borde con Portugal, lo cual también nos enseñó a repensar las nacionalidades, cuestionar las fronteras, jugar con la rigidez de los idiomas…

Honestamente, menos del que me gustaría. Me encanta el proceso de preparar y ensayar cada actuación, pero es verdad que eso puede matar la frescura de la improvisación. Yo soy consciente de que me pasa y estoy trabajando en ello, cada vez intento dejarme un poco más de margen para probar cosas en directo.

¿Qué papel juega la improvisación en tus actuaciones en vivo?

¿Cómo equilibras la estructura formal con la experimentación en tus obras?

Bueno, es que yo creo que todo pasa por la experimentación. Entendemos como experimental lo que quizás todavía no podemos o no sabemos clasificar, pero al final todo nace de ahí. De probar. Creo que no tengo un proceso necesariamente unilateral y, a veces, una cosa deriva de la otra y otras es al revés, pero intento no distanciarlas mucho.

¿Qué papel juegan las emociones y experiencias personales en tu proceso creativo?

Sin duda, un papel crucial. La música está tan ligada al ámbito emocional que es imposible para mí no tenerlo en cuenta. Yo creo que pongo mucha atención ahí, pero no solo en mis procesos, también en los de los demás. Y de ahí se aprende y se nutre una mucho.

¿Cuál de tus proyectos ha sido el más desafiante?

Hacer la música original para el Fashion Show de DESIGUAL x Nathy Peluso el año pasado en el Teatro Eslava de Madrid. La hice junto al productor murciano PBSR y la masterizó JUAIT, dos amigos y músicos con mucho talento. Teníamos un deadline realmente ajustado y, sinceramente, yo no había tenido demasiado contacto con el mundo de la moda hasta ese momento, entonces fue todo un desafío. De otra manera, abrir el escenario SonarPark by DICE este año en Sónar también ha sido un desafío muy significativo para mí.

¿Qué has aprendido de tus colaboraciones con colectivos como Jokkoo?

Bueno, lo que tienen Jokkoo en concreto creo que es bonito, necesario e inspirador, porque son personas que se quieren y se respetan (¡esto es importante!) y realmente están comprometidas con la música y la justicia social anticolonial. Y también que desde sus activaciones construyen sinergias con otras agrupaciones o iniciativas. Al fin y al cabo, creo que todos los colectivos deben de ser un poco eso, ¿no? A mí en concreto lo que me enseña trabajar con/en colectivo(s) es la importancia y la riqueza del trabajo en equipo, de compartir, de escuchar y de aprender de personas diferentes con afinidades comunes. Siento que cada vez hay más colectivos y eso es genial, pero también creo que es responsabilidad nuestra hacer autoanálisis y estar atentas para ser capaces de diferenciar entre colectivo y clan.

¿Qué impacto crees que tienen las colaboraciones en tu evolución artística?

Creo que mucho… Yo hago lo que hago gracias a la gente que me enseñó y me escuchó. De absolutamente todas las colaboraciones creces y amplías tu visión del mundo, sean del tipo que sean.